La
calle está oscura, pronto la bañarán las primeras luces del alba, algunos
paseantes madrugadores deambulan por ella, o quizás noctámbulos que aún no se retiraron.
A
pocos pasos, brilla una lata, que sirvió sin duda para calmar a algún sediento.
Desafiante,
cerrando el paso, nadie la mira; seguramente todos ponen los ojos en ella. Yo con
gusto le daría una patada.
Dicen
que es cosa de niños, y yo una mujer a punto de entrar en eso que la sociedad, condescendientemente, llama tercera edad. Si es tercera, debo estar en la
segunda, luego pasé la primera. ¡Que lejos queda todo eso!
Si
no pudiera verme en el espejo, todo sería más fácil, no tendría referencias y
podría seguir sin edad, y jugar dándole patadas a las latas. Pero, si no viera...,
tampoco vería la lata, carecería de razón el juego. ¿Quién dicta las normas de
cómo sentirse?
Ayer,
anteayer, pasan los días pasan los años. Dicen que el cuerpo envejece, que el
niño que fuimos dejó de existir.
¿Envejecerá
también el pensamiento?
¿Por
qué acatar las normas y asistir al entierro de la propia vida?,
―así,
como a pedacitos―, tendría que estar de duelo permanente.
Posiblemente
esas normas no sirven para nada y el mundo anda equivocado.
...Ayy y la lata me
mira…
Despacito,
muy despacito para no delatarme, disimuladamente le doy el primer golpecito, y
después del primero viene el segundo, ¡que gozo!, y ya sin disimulo ni más
preocupación que el placer de llevar a la lata hasta acabar el camino.
Del compendio de pensamientos varios. C.Sanzsoto
Molt bé, Carmen; amb una bona xutada, fes anar la llauna a un parterre de flors, ben al mig, o a una font pública. Creu-me: et sentiràs molt millor.
ResponEliminaUna abraçada.
Mil gracias Olga, ese es el mensaje que quería reflejar, solemos olvidar que hace falta muy poco para sentirnos bien, mientras nos perdemos en busca de lo sublime.
ResponEliminame parece que las normas las dicta quien tiene intención de no obedecer
ResponEliminay que se las salta quien rehusa las bridas, aunque acatamos normativas...
i si, el pensament envelleix i no per qüestions d'edat
.
.
Avui tinc moltes ganes de xutar llaunes...
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