dimarts, 25 d’abril del 2017

LA LATA

La calle está oscura, pronto la bañarán las primeras luces del alba, algunos paseantes madrugadores deambulan por ella, o quizás  noctámbulos que aún no se retiraron.
A pocos pasos, brilla una lata, que sirvió sin duda para calmar a algún sediento.
Desafiante, cerrando el paso, nadie la mira; seguramente todos ponen los ojos en ella. Yo con gusto le daría una patada.
Dicen que es cosa de niños, y yo una mujer a punto de entrar en eso que la sociedad, condescendientemente, llama tercera edad. Si es tercera, debo estar en la segunda, luego pasé la primera. ¡Que lejos queda todo eso!
Si no pudiera verme en el espejo, todo sería más fácil, no tendría referencias y podría seguir sin edad, y jugar dándole patadas a las latas. Pero, si no viera..., tampoco vería la lata, carecería de razón el juego. ¿Quién dicta las normas de cómo sentirse?
Ayer, anteayer, pasan los días pasan los años. Dicen que el cuerpo envejece, que el niño que fuimos dejó de existir.
¿Envejecerá también el pensamiento?
¿Por qué acatar las normas y asistir al entierro de la propia vida?,
―así, como a pedacitos―, tendría que estar de duelo permanente.
Posiblemente esas normas no sirven para nada y el mundo anda equivocado.

                                  ...Ayy y la lata me mira…

Despacito, muy despacito para no delatarme, disimuladamente le doy el primer golpecito, y después del primero viene el segundo, ¡que gozo!, y ya sin disimulo ni más preocupación que el placer de llevar a la lata hasta acabar el camino.

Del compendio de pensamientos varios. C.Sanzsoto

4 comentaris:

  1. Molt bé, Carmen; amb una bona xutada, fes anar la llauna a un parterre de flors, ben al mig, o a una font pública. Creu-me: et sentiràs molt millor.
    Una abraçada.

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  2. Mil gracias Olga, ese es el mensaje que quería reflejar, solemos olvidar que hace falta muy poco para sentirnos bien, mientras nos perdemos en busca de lo sublime.

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  3. me parece que las normas las dicta quien tiene intención de no obedecer
    y que se las salta quien rehusa las bridas, aunque acatamos normativas...

    i si, el pensament envelleix i no per qüestions d'edat
    .
    .

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  4. Avui tinc moltes ganes de xutar llaunes...

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